martes, 3 de febrero de 2015

Alimentación alcalina




ALIMENTACIÓN ALCALINA

¿En qué consiste el pH?
El termino pH lo definió originalmente un bioquímico danés  en 1.909 llamado Soren Peter Lauritz Sorensen. El pH significa literalmente el “potencial de hidrógeno”, es decir, el pH sirve para indicar la concentración de iones de hidrógeno en un fluido. Los iones de hidrógeno simplemente son protones (partículas o moléculas cargadas positivamente). Y ya que los ácidos disueltos en un fluido son los que producen iones de hidrógeno, sabemos que cuantos más iones de hidrógeno haya en una solución, la que sea,  más ácida será esa solución. Por lo tanto, si miramos  la concentración de iones de hidrógeno en un fluido (fluidos corporales saliva, orina, sangre, líquido extra e intracelular), el pH nos indicará sí un fluido o componente es ácido, alcalino, o neutro. Esta es la razón por la cual medir el pH de nuestros fluidos corporales y tejidos nos permite determinar si nuestro cuerpo está en un estado de equilibrio ácido-alcalino.
El pH en fase acuosa en la vida cotidiana:
Sustancia
pH aproximado

0
<1,0
Ácido de una batería
<1,0
2,0
Jugo de limón
2,4 - 2,6
2,5
2,5 - 2,9
Jugo de naranja o de manzana
3,5
4,5
5,0
5,5
< 5,6
6,5
7,0
6,5 – 7,4
7,38 – 7,42
8,0
9,0 a 10,0

11,5
13

14,0
Debe matizarse que una sustancia ácida desprende o libera iones de hidrógeno y una sustancia alcalina absorbe iones de hidrógeno.
El pH se mide con una escala que va desde el 0 hasta el 14. La medida 7 es el neutro; es decir, que no es ni ácido ni alcalino. Cualquier medida bajo 7 se considera ácido y por encima alcalina. También es importante recalcar que la variación de un valor representa 10 veces más, o 10 veces menos, es decir, un pH 7, es diez veces más alcalino que un pH 6, por ejemplo. Así que, cualquier ligero cambio, representa un cambio enorme.

















¿Por qué es tan importante para nuestra salud?
Cuando hablamos de salud, el equilibrio del pH lo es todo. El equilibrio entre estos dos componentes, acido-alcalino, es esencial, no solo para nuestra salud a todos los niveles, sino para retrasar el envejecimiento y envejecer de otra manera. El equilibrio del pH de nuestros fluidos corporales: saliva, orina, sangre, líquido inter y extra celular.
El premio Nobel Albert Sent.-Gyögyi, 1937 (por descubrir la vitamina C en 1927) dijo que el cuerpo “es alcalino por diseño, pero sus funciones son acidificantes”. Se refería a que todos los procesos metabólicos del cuerpo producen enormes cantidades de ácido, a pesar de que para poder funcionar apropiadamente, las células y los tejidos, necesitan un entorno alcalino, y el cuerpo hará todo lo que esté es su mano para mantener su diseño alcalino y mantener el equilibrio del pH.
Todas las funciones corporales producen efectos ácidos; por lo tanto es muy fácil y normal que la sangre y los tejidos se acidifiquen. Así que se puede decir: el cuerpo humano es alcalino por diseño, pero sus funciones son acidificantes. Y en la práctica quiere decir que el cuerpo necesita un combustible alcalino, y que los ácidos se generan como un sub-producto de todas las actividades humanas.

¿Qué es lo que provoca o produce la acidificación?
Como se ha dicho antes, la acidificación se produce no solo por las propias funciones del cuerpo, sino por un desequilibrio en las dietas, que son enormemente acidificantes, produciendo una sobre acidificación de las células, tejidos, órganos y finalmente la sangre. Este desequilibrio crea el marco para el caos, abriendo la puerta a las enfermedades y patologías de todo tipo.

Los pensamientos y el estrés o un estado emocional negativo también acidifican, así como la vida sedentaria.
¿Qué consecuencias tiene la acidificación?
La sangre idealmente debería mantenerse siempre con un pH 7’365. Hay otras partes del cuerpo que tienen un pH diferente. Mantener el pH alcalino de los fluidos corporales, incluyendo la sangre, orina, saliva (lagrimas y sudor) es fundamental para tener una buena salud. Pero lo más importante es la sangre.
Las enfermedades físicas, crónicas y agudas, y el malestar son casi siempre consecuencia del exceso de ácido que estresa el equilibrio del pH del cuerpo, llegando a producir los síntomas que ya conocemos como enfermedades. La enfermedad también puede ser el resultado de haber estado expuesto a fuentes toxicas, contaminación de todo tipo (pero es más inusual). Dependiendo del nivel de acidez, muchas veces los síntomas son apenas perceptibles. La buena noticia es que podemos revertir ese estado ácido, siendo responsables y eligiendo otros estilos de vida y otros alimentos.
Nuestro cuerpo no puede soportar por mucho tiempo permanecer en un estado acido. La acidificación se presenta en el cuerpo en 7 fases:
1.Pérdida de energía
2.Sensibilidad e irritación
3.Mocos y congestión
4.Inflamación
5.Endurecimiento de tejidos blandos ( incluyendo lupus, Lyme, fibromialgia, endurecimiento de las arterias, placa)
6.Ulceración
7.Degeneración (cáncer, enfermedades coronarias, infarto, sida, esclerosis múltiple, diabetes).
En los estadios iniciales de la acidez los síntomas pueden no ser muy intensos y pueden incluir cosas como erupciones cutáneas, migrañas, alergias, resfriados y gripe, y sinusitis.  A medida que la acidez va avanzado la cosa se va complicando resultando en disfunciones de las glándulas tiroideas, adrenales, hígado y etc.,  Y si el pH de los tejidos se acidifica aún más, los niveles de oxígeno decrecen y el metabolismo celular se detiene. Es decir, las células se mueren. Te mueres.
Para prevenir ésto, cuando hay mucha acidez en el cuerpo, la sangre comienza a retirar MINERALES ALCALINOS de los tejidos para compensar. Hay unos minerales que neutralizan, o desintoxican los ácidos potentes del cuerpo, pero los más importantes son:
    SODIO,    POTASIO,    MAGNESIO Y    CALCIO.
Un cuerpo sano siempre tiene una reserva de estos minerales alcalinizantes para un caso de emergencia. Pero si hay pocas reservas o no lo obtiene de los alimentos, lo va a buscar a cualquier otro sitio; la sangre (sodio y potasio), los huesos y cartílagos (calcio), o los músculos (magnesio) dónde son necesarios. Y esto obviamente puede conducir a deficiencias y a la variedad de síntomas que de ello deriva.
Cuando la acidez es tal que el cuerpo no puede eliminarlo vía orina, heces, respiración o sudor, lo que hace es almacenarlo en los tejidos. Entonces el sistema linfático (inmune) hace lo que puede para neutralizarlo y eliminar todo lo que puede. Y esto significa, volver a lanzarlo de nuevo a la sangre, generando un círculo vicioso; robando aún más minerales básicos del propio cuerpo y estresando al hígado y a los riñones. Aún más, si el sistema linfático se ve saturado, o sus conductos no funcionan correctamente (muchas veces por falta de ejercicio), los ácidos se acumulan en el tejido conectivo.
Los desequilibrios del pH de la sangre y de los tejidos producen irritación e inflamación y prepara el terreno para las enfermedades. El sistema circulatorio intentará eliminar los ácidos en forma de gas o de líquido, a través de los pulmones o los riñones. Si hay demasiados desechos, los depositará en varios órganos: corazón, páncreas, hígado y colón, o en el tejido graso: incluyendo pechos, caderas, muslos y abdomen y cerebro. Conocemos estos depósitos como; pólipos, fluidos, quistes, cristales ácidos, tumores, verrugas, protuberancias, masas, manchas, lunares, ampollas, etc.
A este proceso también se le puede llamar envejecer. Finalmente, si continúa, (en el séptimo nivel de acidez) este proceso conduce a las enfermedades degenerativas, incluyendo cáncer.
Y todo esto provocado por ácidos derivados de la dieta, metabólicos y del entorno. Ácidos de dieta, se refiere a lo que comes y bebes; ácidos metabólicos se producen a medida que el cuerpo procesa lo que come y bebe (para convertirlo en energía); ácidos ambientales vienen del entorno, productos sintéticos o el humo de una fábrica o los coches, también se incluyen el entramado eléctrico y las ondas de todo tipo.
Por otro lado, una sangre y tejidos sanos y alcalinos crean un cuerpo sano.

¿Qué papel tienen los MICROORGANISMOS?
Una de las consecuencias peores de tener un cuerpo demasiado acidificado son los “bichos” que crecen con fuerza dentro de él: bacterias, levaduras u hongos de todo tipo. (Se pueden ver claramente en la sangre). Los desechos ácidos preparan el terreno para la proliferación de todo tipo de microorganismos devastadores dentro del cuerpo, empezando por las famosas cándidas. Cándidas es el nombre común en latín para denominar a la levadura, que en verdad es un tipo de hongo. Las levaduras y los hongos son formas unicelulares que crecen en materia humana, animal o vegetal. Están por todas partes. Las cándidas normalmente se encuentran en el tracto gastrointestinal a causa de la ruptura de los alimentos. Pero pueden crecer de manera desmesurada provocando montones de síntomas desagradables, crónicos o fatales. Todos conocemos sus efectos: infecciones vaginales, infecciones de vejiga, llagas en la boca, en la garganta etc., Las excreciones de estos microorganismos son venenosas, son las micotoxinas y exotoxinas (mico quiere decir “hongo”, exo quiere decir “fuera”, y toxina es “veneno”). Los microorganismos producen estos desechos ácidos cuando ingieren y digieren (fermentan) energía en forma de electrones a partir de los carbohidratos, proteínas y grasas (lo mismas sustancias que nuestros cuerpos buscan para generar energía).
Las cándidas y otros microorganismos se aprovechan de las zonas más débiles del cuerpo, envenenándolas y agotándolas. En un medio ácido tienen campo abierto. Viven de nuestra energía o electrones, usan nuestra grasa y proteínas, incluso nuestra materia genética, ácidos nucleicos, para poder desarrollarse y crecer.
¡Los microorganismos literalmente nos comen vivos! Después lanzan sus desechos tóxicos a la sangre y dentro de las células contaminando aún más el sistema.
Para que tengáis una ligera idea de cuan devastadores pueden llegar a ser: han sobrevivido durante millones de años sin apenas haber evolucionado genéticamente, se supone que por no necesitarlo. Son auténticos supervivientes. Existen más de 5000 tipos diferentes. Pueden permanecer en estado latente y activarse y crecer increíblemente en muy poco tiempo. Las bacterias y los hongos en sí mismos no son perjudiciales y no producen síntomas, sino sus desechos tóxicos. Tampoco son las que provocan las enfermedades o los malestares, sino que aparecen porque el terreno interno está comprometido (ácido).
Ej; “Los mosquitos buscan aguas estancadas, pero no son las que provocan que el agua se estanque”.
Estos organismos  y sus desechos, contribuyen directa e indirectamente a una larga lista de síntomas. La mayoría de malestares y enfermedades, especialmente las crónicas y degenerativas surgen del estado de acidificación crónico, dando lugar a la transformación de microorganismos y su crecimiento desmesurado. Va desde los extremos: pie de atleta a SIDA, diabetes, cáncer, arteriosclerosis, osteoporosis, fatiga crónica y más -incluyendo infecciones de transmisión. Incluyendo dolor, infección, fatiga y disfunciones corporales en glándulas, indigestión, diarreas, antojo alimentarios, depresión, hiperactividad, comportamiento antisocial, asma, hemorroides, resfriados y gripes, problemas respiratorios, endometriosis, piel seca y escozor, gingivitis, hongos en dedos del pié, mareo, dolor en las articulaciones, mal aliento, úlceras, colitis, ardor estomacal, boca seca, problemas menstruales, irritabilidad, ojos hinchados, falta de libido, lupus, cambios de humor, desequilibrios hormonales, infecciones vaginales, quistes y tumores, artritis reumatoide, parestesias, fiebre del heno, acné, gases, hipoglucemia, hernia de hiatos, migrañas, atontamiento, insomnio, tendencias suicidas, frío constante, sobre peso, exceso de delgadez, hipersensibilidad química, poca memoria, dolores musculares, alergias de todo tipo, irritación ocular, esclerosis múltiple, mala absorción de alimentos, infecciones de vejiga, por nombrar algunas….
El pH de la sangre y orina es el factor más importante a la hora de determinar el estado de los microorganismos en la sangre.
El crecimiento excesivo de microorganismos ocurre en dos fases:
1.     en la fase inicial de desarrollo, los microorganismos crecen en pequeñas colonias, y aunque son visibles en la sangre, normalmente no se detectan físicamente y no producen síntomas.
2.      en la segunda fase, es la fase de síntomas agudos o crónicos, las complicaciones y malestar son obvios. Esta segunda fase puede tardar años o puede ocurrir rápidamente.
Cuando el cuerpo vuelve al equilibrio, al estado base, las bacterias, levaduras, hongos dejan de desarrollarse y vuelven a ser benignas. Sus desechos tóxicos pueden ser expulsados del cuerpo.
CUANDO EL PEZ ESTA ENFERMO, CAMBIA EL AGUA
Imagina que tu cuerpo es como una pecera, y que tus células y órganos internos son como los peces, que nadan en el fluido (incluida sangre) que transporta su comida y elimina los desechos. Luego imagínate que acerco mi coche y conecto el tubo de escape al filtro del aire de la pecera, después le tiro demasiada comida o comida inadecuada. El agua se llena de monóxido de carbono y se vuelve ácida, y los peces son incapaces de comerse toda la comida o de digerirla, y los restos comienzan a pudrirse. Los desechos ácidos tóxicos van aumentando haciendo que el agua sea aún más ácida.
Lógicamente los peces empezarán a enfermar o a morir. ¿Qué harías para arreglarlo? ¿Tratarías a los peces? No, obviamente cambiarias el agua. Pues lo mismo ocurre con nuestros cuerpos. Hay que limpiar el agua y mantenerlo limpio
¡EL DESEQUILIBRIO ÁCIDO ES PERFECTAMENTE NATURAL….CUANDO ESTAMOS MUERTOS!
El caos y desequilibrio ácido, y transformación de microorganismos y luego su crecimiento desmesurado es totalmente natural y es un proceso ordenado cuando la vida está terminando. El cuerpo automáticamente se vuelve ácido cuando muere. En el momento que dejas de respirar los niveles de oxígeno descienden velozmente, generando un entorno anaeróbico (sin oxígeno) en el que pueden proliferar los microorganismos (además de que aman el ácido). Entonces se ponen a trabajar. Su gran trabajo. Una de las razones principales por las cuales forman parte de nuestro cuerpo es que se encargan de las “pompas fúnebres” cuando morimos. Los microorganismos y sus toxinas se encargan de reducirnos hasta convertirnos de nuevo en microenzimas. Los biólogos lo llaman el ciclo de carbono. Es lo que significa; “de la ceniza a la ceniza, del polvo al polvo.” El ácido es lo que hace que nuestro cadáver se pudra, se descomponga. ¡Lo escabroso es que hace lo mismo con nuestro cuerpo cuando estamos vivos!
Básicamente nos estamos pudriendo por dentro. Fermentando. Llenándonos de hongos.
IMPORTANTE: en principio no hay nada malo con los microorganismos. En todo caso, son buenos. Las células de todo el cuerpo se mueren constantemente, y nacen nuevas, para que el cuerpo pueda renovarse de nuevo, y mantenerse sano y vigoroso. Los microorganismos están ahí para manejar y reciclar, para que no se acumule la basura.

¿Cómo fomentar un estado alcalino?
Como se ha comentado antes hay una asociación entre acidez y un crecimiento desmesurado de microorganismos en el cuerpo. Ya se ha comentado con anterioridad que el exceso de acidez se genera no solo por las propias funciones metabólicas del cuerpo, sino por el tipo de alimentos que ingerimos, lo que bebemos, los tóxicos que tomamos (medicinas, azúcar, etc.), el estilo de vida (vida sedentaria o exceso de ejercicio), las emociones, pensamientos negativos, el estrés, la contaminación, etc. Es un ciclo de desequilibrio.
Las células del cuerpo están siempre trabajando para adaptarse al pH que va descendiendo en un medio ácido. Es un desequilibrio para el sistema, y así es como se perpetúa el ciclo.
La buena noticia es que comiendo alimentos adecuados y tomando suplementos con sabiduría que alcalinicen el cuerpo, tomando la sal adecuada y un estilo de vida y ejercicio adecuado, los microorganismos dejarán de desarrollarse en exceso y el cuerpo podrá eliminar las toxinas como es debido. El pH se equilibra tomando los alimentos adecuados que tienen un efecto alcalinizante en el organismo.

¿Qué alimentos alcalinizan el cuerpo?
Básicamente las verduras de hojas verdes, como las espinacas, rúcula, brócoli, lechuga, canónigos, etc., también las patatas, boniatos, tomates, pepinos etc., Las legumbres como los garbanzos y lentejas, las semillas y las nueces, almendras y avellanas. Limón, lima y pomelo. La sal buena no refinada…. Los cereales como la quinua, el mijo, trigo sarraceno, espelta y el arroz integral. Tofú…
Lo ideal es que un 80% de nuestro alimento sea alcalinizante y que un 20% sea acidificante para mantener el equilibrio.
Los alimentos que básicamente nos acidifican son: proteínas de origen animal: carnes de todo tipo, huevos, lácteos. El azúcar en todas sus formas, hidratos de carbono refinados: arroz blanco, pan, pasta (trigo).
Ver esta lista de alimentos clasificados y puntuados según su nivel de acidez o alcalinidad (datos extraídos del Dr. Robert O. Young, libro: The pH Miracle).

¿Hay algo más que alcalinice el cuerpo?
Excepcionalmente la sal y mejor aún, el agua de mar. Evidentemente no nos referimos a la sal refinada, sino a la Sal del Himalaya o Sal Marina evaporada.
El limón y la lima; a pesar de ser ácidos curiosamente tienen un efecto alcalinizante en el organismo. Los aceites como el de oliva, linaza, uva, aguacate también tienen un efecto alcalinizante. Asimismo, se incluyen los omega 3 (aceite de pescado o kril).
Existen también sales minerales especialmente alcalinizantes: sodio, potasio, magnesio y calcio. Se pueden comprar juntas o por separado. Existen gotas para equilibrar el pH, para alcalinizar el agua.


¿Cómo saber en qué estado estamos?
Hay una manera muy sencilla para poder comprobarlo. Evidentemente si nos encontramos mal, tenemos alguna dolencia o estamos sufriendo alguna enfermedad de cualquier tipo será evidente que estamos acidificados, pero muchas veces no tenemos ningún síntoma.
La manera más sencilla es medírselo uno mismo en casa con unas tiras de papel que son especiales para medir el nivel de pH tanto de la saliva como de la orina. Las tiras son fáciles de encontrar y son baratas.
El pH de la saliva puede variar mucho más, sin embargo el de la orina es más estable, y por lo tanto es más fiable medir la orina, ya que nos indicará el nivel de pH de nuestros tejidos. El pH de la orina también puede variar en respuesta directa a lo que comemos y bebemos. Lo ideal es examinar la primera orina de la mañana ya que ésta nos indicará cual es nuestro estilo de vida por lo menos de las últimas 24h. También es conveniente medir el pH de la saliva nada más levantarnos, antes de ingerir nada. Si vemos que sale ácido lo podemos corregir inmediatamente tomando un poquito de algunos alimentos extra alcalinizantes; almendras, brócoli, pepino, espárragos o aguacate.
El ph debería estar idealmente en 7’2 o por encima, si está por debajo de 7, sabremos que estamos ácidos. También se puede ir comprobando nuestro estado después de cada comida para ver como estamos. Los resultados no son definitivos.
El pH también puede comprobarse con un análisis de sangre. El ideal será 7’365.

¿Por qué el equilibrio emocional favorece un estado alcalino?
Quienes deseen recuperar su salud o simplemente mejorarla y luego mantenerla deberán motivarse apropiadamente en todos los sentidos, en la manera de comer, beber y en especial la manera de PENSAR. El estar alcalino es un estilo de vida.
La parte del pensamiento incluye los procesos de pensamiento, sistemas de creencias, salud psicológica, bienestar emocional, nivel de conciencia personal, las actitudes, sentimientos y comportamiento.
Las emociones pueden provocar aún más acidez que lo que comes o bebes. Las emociones negativas provienen de muchos sitios y tienen muchas formas. Las emociones negativas incluyen pensamientos, sentimientos, experiencias, memorias conscientes e inconscientes, sueños. Problemas de la vida. Todos ellos causan “estrés” y el estrés genera mucho ácido en el cuerpo. Por eso es importante trabajarse todos estos aspectos. Lo que ingerimos, bebemos y nuestras emociones, son importantes para recuperar nuestro equilibrio interior. Evidentemente, si no cuidamos el aspecto mental, emocional y espiritual, solucionando nuestros conflictos como la falta de autoestima, el orgullo, ira, miedos, etc., difícilmente alcanzaremos ese estado alcalino y también nos costará mantenerlo.
Además los pensamientos negativos consumen muchísima más energía que los positivos, agotando por ende, el cuerpo.
Así es como entenderíamos que las emociones negativas pueden llegar a enfermarnos, ya que provocan por sí mismas, ese estado acidificado tan negativo.

¿Por qué la práctica del deporte favorece un estado alcalino?
El ejercicio nos hace respirar y obtener oxígeno, y hace que sudemos. Moviliza el sistema linfático, y  al hacerlo nos ayuda a estar alcalinos y a mantenernos así. El ejercicio nos permite eliminar las toxinas del cuerpo, eliminar la acidez del tejido graso. También es importante para fortalecernos y ganar flexibilidad,  para fortalecer el sistema cardiovascular, los huesos y las articulaciones. Mejora el metabolismo, la presión sanguínea, equilibra el nivel de triglicéridos en sangre y los niveles de insulina.

¿Por qué el contacto con la naturaleza favorece un estado alcalino?
En verdad, lo que necesitamos para vivir es sol, agua, nutrientes y paz. En la naturaleza hay mucho más oxígeno que en ambientes urbanos y el oxígeno es necesario para la vida. En un entorno con oxígeno el ambiente está cargado de iones negativos y como decía Dan Winter, es un entorno mucho más fractalizado. En las ciudades hay menos oxígeno, y hay todo tipo de contaminación, no solo por los coches, sino por las ondas que circulan de todo tipo, de las torres de telefonía móvil, wifis, entramado eléctrico, calefacciones, etc., Todo ello contribuye a mantener un entorno cargado con iones positivos (cuando llueve es al revés, los iones son negativos). Y este entorno favorece la acidificación. Además en la naturaleza, hay menos ruido y favorece la tranquilidad. En las ciudades hay tanto ruido que es difícil no estresarnos.

Esta información está basada en el Dr. Robert O Young y en el Dr. Sang Whang.



LOS 8 MAGNÍFICOS ALIMENTOS ALCALINOS

1:  Espinaca
Según la Tabla del pH de los alimentos la Espinaca tiene un valor de 8 (el número no indica el pH sino el nivel de acidez/alcalinidad dentro de 8 posibilidades)
   Es un potente alcalinizador, y tiene un altísimo contenido de vitaminas K y A y manganeso, una buena cantidad de ácido fólico (vitamina B9), vitaminas C, E  y magnesio, hierro, calcio, potasio, clorofila, y fibra.
La investigación científica demuestra que es un antioxidante poderoso, que tiende a reducir el cáncer mamario y de los ovarios, y que revierte el envejecimiento motor y neuronal.

 2:  Col rizada
  Se le otorga un valor de 7 en una escala de acidez/alcalinidad de 1 a 8.
Tiene un alto contenido de vitaminas K y A, mucha clorofila y además entrega manganeso, magnesio, calcio y hierro, fibra, y algo de Omega 3. Sirve para bajar los niveles de colesterol (especialmente si se come cocida), protege de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer (por su contenido de glucocinates).

3:  Pepino
Valor de acidez/alcalinidad:  5  (en una escala de acidez/alcalinidad de 1 a 8)
Es hidratante, ya que contiene un 95% de agua, y por esto mismo sirve como base para todo tipo de jugos y sopas. Tiene un alto contenido de vitaminas C y K, y un contenido algo menor de vitaminas A y B, así como los minerales de calcio, hierro, fósforo, potasio, magnesio, selenio, cobre, manganeso, hierro y zinc. Contienen grandes cantidades de antioxidantes, entre ellos los lignanos, un tipo de polifenoles que se asocia  a la prevención del cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

4:  Brócoli
  
Valor de acidez/alcalinidad:  8  (en una escala de acidez/alcalinidad de 1 a 8)
Tiene un alto contenido de vitamina A, C, B9 (ácido fólico) y K. y en menores cantidades tiene también vitamina B2, B5, B6 y E. También contiene manganeso, potasio, molibdeno, fósforo, magnesio, calcio y selenio. Tiene un considerable contenido fibra y algo de proteínas. Numerosas investigaciones apoyan sus variados beneficios para la salud: su rol en la prevención del cáncer y las enfermedades cardiovasculares, en favorecer los procesos digestivos, los procesos orgánicos de desintoxicación, el metabolismo, la piel y el sistema inmunológico, además de ser antinflamatorio y tener altas cantidades de antioxidantes. Por todas estas razones, se recomienda su consumo al menos 4 veces por semana.

5:  Aguacate
 Valor de acidez/alcalinidad:  6 (en una escala de acidez/alcalinidad de 1 a 8)
Pese al recelo de algunas personas hacia el aguacate por ser un alimento rico en grasas, su alto contenido de ácido oleico  (Omega 9) hace que – a semejanza del aceite de oliva – sea un inmenso aporte a la salud y al buen estado físico. El ácido oleico aumenta el nivel de colesterol bueno (HDL, High Density Lipoproteins) y baja el del colesterol malo (LDL, Low Density Lipoproteins), previniendo las enfermedades cardiovasculares. El ácido oleico también estimula la producción de antioxidantes y acelera el metabolismo, ayudando a perder peso.
El aguacate tiene muchos otros nutrientes y componentes beneficiosos: antioxidantes como el alfa y beta caroteno, luteína y selenio.  Sirve como antinflamatorio,  tiene un efecto preventivo para la enfermedad cardiovascular y el cáncer y ayuda a controlar la diabetes. Tiene alto contenido de vitamina K y ácido fólico, y cantidades importantes de vitamina C, B5 y B6, además de potasio y fibra.

6:  Apio 
Valor de acidez/alcalinidad:  7  (en una escala de acidez/alcalinidad de 1 a 8)
Al igual que el pepino, el apio sirve como base para jugos y sopas por su gran proporción de agua.Su alto contenido de vitamina C hace que mejore el sistema inmunológico, disminuya la inflamación (aliviando la artritis, osteoporosis y otros problemas inflamatorios) y prevenga la arterosclerosis y enfermedad cardiovasculares. La presencia de ftalinas baja los niveles del colesterol dañino y por lo tanto, también ayuda a prevenir los trastornos cardiovasculares. Otros nutrientes son las cumarinas, que también tendrían un efecto protector contra el cáncer. Su alto contenido de sodio y potasio lo convierte en diurético y promueve la pérdida de peso. Tiene también un altísimo contenido de vitamina K, algo de vitamina A y ácido ascórbico, así como molibdeno, manganeso, calcio, magnesio y algunas vitaminas del complejo B.


7Pimiento dulce
Valor de acidez/alcalinidad:  6   (en una escala de acidez/alcalinidad de 1 a 8)
Una de sus grandes ventajas es que se puede combinar con casi todas las comidas y les agrega un toque de sabor.
Es el alimento antioxidante por excelencia. Tiene  innumerables compuestos antioxidantes, tales como luteolina, luteína y ácido ferúlico; pero entre sus antioxidantes, los más importantes son los carotenoides (de los cuales tiene más de treinta), por la extensa investigación que se ha llevado a cabo que demuestra sus beneficios para la saludSe ha demostrado que los pimientos dulces disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo II, la degeneración macular, el cáncer, etc. En relación a las vitaminas, los pimientos dulces tienen una enorme cantidad de vitamina C (igual que las naranjas), una buena cantidad de vitamina A, y casi todo el complejo B, vitamina E y K. Su contenido de minerales consiste principalmente en molibdeno, potasio, manganeso y magnesio.

 8:  Espárragos
 Valor de acidez/alcalinidad:  7  (en una escala de acidez/alcalinidad de 1 a 8)
Ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre, tiene propiedades antioxidantes, mejoran la circulación sanguínea, disminuyen la presión arterial, tienen propiedades diuréticas y estimulan los movimientos peristálticos (mejoran la digestión).








ALIMENTACIÓN SANA Dra. Kousmine
De una manera general, podemos decir que para tener una alimentación sana es necesario:
§ Proveer al organismo de todas las sustancias necesarias en cantidades suficientes para asegurar la vida, desarrollarse, renovarse y eliminar correctamente.
§ Tener una cierta restricción calórica para prevenir la obesidad.
§ Primar el aporte de proteínas vegetales en relación a las proteínas animales.
§ Aportar un máximo del 20-30% de las calorías totales ingeridas en forma de grasas. Éstas deberían ser exclusivamente poliinsaturadas y provenir de aceites de primera prensión en frío.
§ Consumir diariamente alimentos vegetales con fibra.
§ Reducir el consumo de sal, de alcohol y de café.
§ Consumir grandes cantidades de leguminosas, alimentos de la familia de la col y alimentos ricos en betacarotenos (generalmente vegetales de color verde o naranja).
§ Reducir el consumo de azúcares simples y de almidones.
§ Consumir cereales completos (integrales) y féculas.
§ Evitar cocinar las carnes y pescados a la brasa o rustidos, así como los alimentos quemados.
Evitar recalentar los alimentos.
§ Evitar freír los alimentos y la reutilización de los aceites o las grasas.
§ Evitar el consumo de alimentos tratados (nitratos), así como de alimentos ricos en aditivos y/o colorantes.
§ Privilegiar el consumo de alimentos provistos de antioxidantes (selenio, vitaminas C y E).

Lista de alimentos y sustancias a evitar en la dieta:
§ Excesivo consumo de proteínas animales.
§ Azúcar blanco y bebidas azucaradas
§ Zumos de fruta industriales
§ Pan blanco y pasta no integral
§ Aceites obtenidos por calor
§ No abusar de la mantequilla ni de la sal
§ Excitantes como el café y el té
§ Alcohol y tabaco
§ Bebidas carbonatadas, especialmente la coca-cola.
§ Conservas, chucherías, caramelos, bombones y dulces.
§ Galletas que no estén elaboradas con cereales integrales.

La mejor forma de cocinar es al vapor. Es conveniente evitar dulces, harinas refinadas, pan blanco, aceites recalentados o refinados, cerdo y derivados, carnes de animales hormonados, bebidas artificiales y alcohólicas. Preferir frutas y verduras de cultivo biológico.


Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea el alimento. Hipócrates.

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