lunes, 19 de noviembre de 2018

ESTAMOS VIVOS

Todo en el universo está en permanente cambio, todo fluye y nada es permanente. Y nosotros somos parte de este universo.
Nuestra biología está en permanente transformación. Nuestra materia se renueva permanentemente.

"Cada segundo la médula espinal fabrica dos millones y medio de glóbulos rojos, cada cuatro días se regeneran la mucosa del tracto gastrointestinal y las plaquetas, si se obvian estas células superficiales, el promedio de edad de las que pertenecen al cuerpo principal del intestino es de 15,9 años.
La mayoría de los glóbulos blancos se reemplazan cada diez días; una persona tiene el equivalente a una nueva piel cada 24 días y hasta el colágeno de los huesos cada mes es renovado.
Se cree que todo el esqueleto humano se renueva aproximadamente cada diez años en los adultos, ya que equipos idénticos de construcción integrados por células que disuelven y reconstruyen los huesos se combinan para remodelarlo.


Prácticamente, las únicas partes del cuerpo que duran toda la vida, según las pruebas actuales, parecen ser las neuronas de la corteza cerebral, las células de la lente interna del ojo y quizá las células musculares del corazón.
Un hígado humano adulto tiene un tiempo de renovación de entre 300 y 500 días"

¿De dónde se obtiene esta materia? Obviamente de los alimentos. Y esta es la gran noticia:

Jonas  Frisen, biólogo de células madre del Instituto Karolinska de Estocolmo, también ha descubierto un hecho que explica por qué la gente se comporta según su edad natural y no la de la edad física de sus células: algunos tipos de células duran desde el nacimiento hasta la muerte sin renovarse, y esta minoría especial incluye alguna o todas las células de la corteza cerebral. Pero podemos cambiar nuestra forma de pensar.

NUESTRA GENÉTICA NO DECIDE NUESTRA SALUD, SÓLO LA CONDICIONA.
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Son nuestros hábitos-y la alimentación juega un papel principal- los que activan o paralizan nuestros genes (epigenética). Por tanto, son los patrones de comportamiento los que debemos cambiar.

Este es el mensaje de optimismo:

"NO SOMOS DE TAL O CUAL FORMA,  NOS CREAMOS A NOSOTROS MISMOS"

REFERENCIAS:
Felipe Hernández Ramos: Antienvejecimiento
https://elpais.com/diario/2005/09/21/futuro/1127253601_850215.html#despiece1?rel=mas

Aceites y grasas


CLASIFICACIÓN DE LOS ACEITES DE OLIVA


CLASIFICACIÓN DE LOS ACEITES DE OLIVA

El Convenio Internacional del Aceite de Oliva de 1986 reserva la denominación de "Aceite de oliva" únicamente al aceite procedente del fruto del olivo, con exclusión de los obtenidos por disolventes, por procedimientos de reesterificación y de mezcla con aceites de otra naturaleza. No es aplicable tampoco a los aceites de orujo de aceituna.

Dentro de los aceites de oliva se pueden distinguir:
Aceite de Oliva Virgen: Es aquel aceite obtenido exclusivamente por procedimientos mecánicos o por otros medios físicos en condiciones, especialmente térmicas, que no produzcan la alteración del aceite, que no haya tenido más tratamiento que el lavado, la decantación, la centrifugación y el filtrado. Es un producto natural que conserva el sabor, los aromas y las vitaminas de la fruta.
Tiene la personalidad de la zona de donde procede. A su vez se clasifican en:
Extra: de gusto absolutamente irreprochable y con acidez (expresada en ácido oleico), no superior a un grado.
Virgen: de gusto irreprochable y con acidez no superior a 2º. (También recibe el nombre de fino en las fases de producción y comercio mayorista)
Corriente: de buen gusto y con acidez no superior a 3,3º.
Lampante: de gusto defectuoso o cuya acidez sea superior a 3,3º.
Aceite de Oliva Refinado: Es el obtenido por refinación de aceites de oliva vírgenes y con acidez no superior a 0,5º, mediante técnicas de refinado que no producen alteración en la estructura glicerídica inicial. (Habitualmente se utiliza aceite de Oliva virgen lampante reduciendo la acidez por medio de refino, así como neutralizando el sabor)
Aceite de Oliva: Mezcla de aceites de oliva vírgenes distintos al lampante y de oliva refinado, con acidez no superior a 1,5º. (Este es el producto más consumido en España).
Aceite de Orujo Crudo: es el obtenido por medio de disolventes a partir de orujo, un subproducto de la aceituna, con exclusión de los aceites obtenidos por procedimientos de reesterificación y toda mezcla de aceites de otras naturalezas.
Aceite de Orujo refinado: es el obtenido por refinación de este aceite de orujo crudo y con acidez no superior a 0,5º.
Aceite de Orujo de oliva: Mezcla de aceite de orujo refinado y de aceite de oliva vírgenes distintos al lampante, con acidez no superior a 1,5º.

Relación entre alimentación y salud


Nutrientes de los alimentos